Esta mañana estaba todo helado. He salido muy temprano sin pensar en el frío. Pronto mis pies estaban congelados como la tierra misma, y mis manos eran insensibles. Mis ojos, tán frios como el aire que los azotaba, apenas podían distinguir más allá de mis zapatos, que se podían escurrir. Sin pensarlo dos veces, hoy no era día de pensar, he decidido recorrer la distancia que me separaba del mar. Ya en la orilla, las olas me llamaban y su rumor arrullaba mi corazón. Cantaban esa nana que nunca escuchó. Y entre arrullo y arrullo, alejada la consciencia, el agua cubría mi cuerpo, podía ver más allá de mis pies...¿pies?... no tengo sensación de pies, ni manos, ni cuerpo...sólo agua, soy agua.
Puedo deslizarme, rozar el fondo, los peces me acarician con sus escamas frías, y los rayos de sol en mi superficie, crean destellos luminosos de los que nacen estrellas fugaces que se ahogan en mi ser. Mis largos cabellos envuelven como algas mi cola de pez. Y voy desvelando el misterio...la transformación...
Y ahora...¿Cómo regreso yo?
Yashira, bonita transformación de mujer a sirena, en el que la parte humana queda desvalida, y como preguntas, ¿ahora que hace ella?, supongo que es la misma pregunta que se hace la parte animal cuando la transformación es a la inversa.
ResponderEliminarMuy original y es que todos nos transformamos alguna vez, en algo o en alguien diferente.
Un abrazo.
Tienes razón creo que es la evolución natural, contínuamente en movimiento y envueltos en ella a veces nos perdemos, no sabemos cómo hemos llegado donde estamos, ni como regresar al punto anterior.
EliminarUn beso desde mi mar,
Me gusta esta transformación, y como los seres del nuevo mundo, los peces, le dan la bienvenida. También me gusta esa nana interminable con la que se despide de su viejo mundo, ¿quién sabe si algún día ella la cantará?
ResponderEliminarBesos.
(Bonito mar de palabras)
Me alegra que te guste, y bueno cuando me despido desde mi mar, en realidad lo hago desde "mi mar de sentimientos", el otro blog que es mi blog principal, aún así, tienes razón porque este también es un mar, de palabras, como dices.
EliminarBesos Henry, desde este mar también...
Bellas palabras, llenas de calma y que tal como lo planteas, parece que es la manera de transformación de lo más sencillo y natural Yashira.
ResponderEliminarDe sentirte acogida sin reparos, hasta el punto de dudar la manera y pienso que ganas, de volverte a transformar.
si te aprendiste la letra de la nana, posiblemente, muy pronto compañía tendrás.
Saludos.
Gracias Enmascarado, es una transformación tan sencilla como la vida misma, la dificultad, dada su sencillez, precisamente está en conocer el camino de vuelta.
EliminarSaludos,
Yo creo que lo mejor sería quedarse para siempre como sirena y disfrutar del mar y su mundo. Conocer la otra parte del planeta, la más grande y extensa. Vivir en el mar como una sirena. ¿Hay algo mejor?
ResponderEliminarUn abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Pues quizás tengas razón, pero date cuenta de que cada ser, animal, planta, persona, para que realmente sea feliz debe estar en su hábitat natural, habrá que ver si esta sirena se encuentra ahora en él, o tiene que regresar.
EliminarUn beso, me agrada encontrarte por aquí.