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viernes, 29 de julio de 2016

Hipersexualidad

Imagen de Zdzislaw Beksinski


Colaboración para los Viernes Creativos (Ahora de Ana Vidal en el Bic Naranja)


La cantinela de la abuela, que desde niña la acompañó, fue incapaz de evitar el desenlace. 
Mientras la anciana le decía: Niña aléjate de los hombres, no son buenos, no tienen buenas intenciones; ella soñaba con ser abrazada, y curiosa por naturaleza, tenía que experimentar aquello tan terrible que los hombres eran capaces de hacer. 
Desde que, siendo apenas una adolescente, de la mano de un jovenzuelo no mucho mayor, pudo conocer esa sensación que te embriaga hasta casi perder la razón, supo de lo que no prescindiría más. Y de ello hizo su profesión, ya sabes lo que dicen “nada mejor que trabajar en lo que más te gusta”. 
De forma despectiva algunos le llaman ninfómana, lo que nadie esperaba era que encontrase un sátiro a su medida. 
© Yashira  2016





viernes, 22 de julio de 2016

Conjurando miedos


Propuesta de Ana Vidal para los Viernes Creativos del Bic Naranja.



Si cierro los ojos desaparecerás, si cierro los ojos desaparecerás, si cierro los ojos desaparecerás...

¡No puedo hacerlo!


Muchos me han aconsejado, otros me han animado, hay quienes sólo me han censurado, todos creen saber más que yo, claro, sólo soy una mujer miedosa que no es capaz de cruzar sola un parque. Hoy, decidida por fin a romper con ese conjuro, me he colocado mis deportivas, una mochila blanca con dos bocadillos y un botellín de agua, he tomado prestada la escopeta de caza de mi hermano y en el bolsillo derecho del pantalón guardo, cuidadosamente doblado, un papel en el que he escrito todo lo que sé que soy capaz de hacer, pero hasta ahora no he hecho. Frente a la puerta me doy cuenta de que es menos tenebrosa de lo que había imaginado, y con el corazón a punto de salir por la boca comienzo la gran aventura, estaba convencida de que encontraría ladrones, violadores y quizás algún que otro indigente, pero no esperaba encontrarme contigo. Tus ojos fijos y tu boca abierta no alientan a la serenidad, sé que correr no servirá de nada, tampoco gritar, hablarte parece absurdo en este estado, y no ¡No puedo cerrar los ojos! Me sentaré aquí, en este espacio verde y mullido a esperar que dejes de rugir, te invitaré a comer conmigo un bocadillo, sí, eso sí puedo hacerlo, pero debes calmarte, tan alterado te sentará mal. Precisamente anoche lo hablaba con tu padre, cuando te pones así sacas la peor parte, esos genes enloquecidos que heredaste de tu abuelo.
© Yashira  2016