Imagen de Zdzislaw Beksinski |
Colaboración para los Viernes Creativos (Ahora de Ana Vidal en el Bic Naranja)
La cantinela de la abuela, que desde niña la
acompañó, fue incapaz de evitar el desenlace.
Mientras la anciana le decía:
Niña aléjate de los hombres, no son buenos, no tienen buenas intenciones; ella
soñaba con ser abrazada, y curiosa por naturaleza, tenía que experimentar aquello tan
terrible que los hombres eran capaces de hacer.
Desde que, siendo apenas una
adolescente, de la mano de un jovenzuelo no mucho mayor, pudo conocer esa
sensación que te embriaga hasta casi perder la razón, supo de lo que no
prescindiría más. Y de ello hizo su profesión, ya sabes lo que dicen “nada
mejor que trabajar en lo que más te gusta”.
De forma despectiva algunos le
llaman ninfómana, lo que nadie esperaba era que encontrase un sátiro a su
medida.
© Yashira 2016