Me leen...

domingo, 25 de noviembre de 2012

No puede ocurrir más

Iniciativa de Juanlu




La ilusión dejó paso a la desesperación. Hace sólo cuatro años, compró el piso de sus sueños, fueron tiempos de apretarse el cinturón para enfrentarse al pago de una hipoteca. Creyó que era el mejor momento porque tenía un trabajo fijo, y era hora de conocer la estabilidad del hogar.
Hoy, ya no tiene nada, se lo han ido robando todo. Primero fue el divorcio, unos hijos que mantener en la más absoluta soledad. Las cosas comenzaron a ir mal en el trabajo, se temía el cierre; al fin recibió el comunicado agradeciendo sus servicios, pero ya no se podía mantener ese puesto de trabajo. El primer golpe bajo.
Con el paro no le llegaba. Los niños seguían creciendo y necesitando cada vez más. Fue al banco a pedir ayuda y consejo, pero nadie encontró solución para su caso. 
Pensó que como nunca había fallado en el pago, serían indulgentes y lo tendrían en cuenta. Hoy recibió una carta del juzgado, el día 22 tendrá que abandonar la vivienda. ¿Cómo decirlo a los niños? ¿Dónde vivirán? ¿Con qué les va a alimentar? Un torbellino emocional la envuelve y la atrapa en el balcón. La angustia no la deja respirar, le falta el aire y se comienza a marear. Sin darse cuenta su cuerpo se abalanza hacia el vacío convirtiéndose en un recuerdo, salpicando la vida en sangre.

Concurso internacional compartido

Éste concurso está organizado por el blog Las hadas verdes y el blog El Poder de las Letras Escritas.


Hola, estamos organizando un concurso navideño junto al blog de Las hadas verdes.
Será a nivel internacional
Colocaremos primero los premios, seguidamente de las bases, puntos extras, banner (por si queréis llevarlo a vuestros blogs) y un formulario a rellenar.
Al final de la entrada, justo antes del formulario hemos puesto varios "me gusta" de facebook, cada una correspondiente a cada página que hay que seguir.
AVISO: si  no hay un mínimo de 10 participantes cuando finalice el concurso, se cancelará, ya que se van a regalar muchos libros y marcapaginas, espero que lo entiendan. También quien no rellene bien el formulario no participará y tampoco se aceptan participación via e-mail. Sentimos ser tan duros pero ya hemos tenido problemas en este aspecto y no sería justo para el resto de participantes que lo hacen todo correctamente.



Premios
Hotel California, de Anna Casanovas (+info)
La casa agramatical y otros cuentos caústicos, de Luis Rafael Lorente (+info)
Cuarentañeras, de Regina Román (+info)
Hola, soy tu libro, de Mercedes Jiménez Ávila (+info)
La hoguera del odio, de María Barbancho (+info)
Tres Profecías, de Jordi Nogués (+ info)
Abrazando el olvido, de Raquel Sánchez García
(+ info)
Marcapaginas de ambos blogs + de la editorial Otros Mundos

jueves, 22 de noviembre de 2012

Siempre rechazado



Paseaba por el Campo de Criptana cuando comenzó a llover, encontré un pequeño establo donde refugiarme; al  acostumbrarse mis ojos a la oscuridad, fui consciente de mi realidad: Aquello estaba lleno de extraños artilugios. 
Me sujetaron, me ataron, grité sin parar. 
Una lanza atravesó  la puerta, entró raudo y veloz un caballero con su armadura diciendo a voz en grito: “Dejad en paz a mi amor” y desatándome… “Sube amada mía a la grupa de Rocinante”. Y es que Don Quijote, a todas confunde con su idolatrada Dulcinea. Agradecí la heroica gesta pero eso sí, rechacé su beso enamorado.


viernes, 16 de noviembre de 2012

Pesadilla en la noche







Imágenes tomadas de Internet
Una ducha y recupero energía, el agua que corre por mi piel, la limpia; me relaja, es un placer. Pero… no recuerdo haber tapado la bañera, el nivel sigue subiendo. Algo cayó y no lo vi. La siento deslizarse y petrificada no me atrevo a mirar, no puede ser, pero sigue saliendo del agujero. Mi grito rompe el silencio de la madrugada por un momento nada más, su cabeza alcanzó la garganta y una enorme boca con afilados dientes se lanza sobre mí. Me engulle mientras la sangre se pierde por el liberado desagüe. 



Despierto aterrada...
 




En la bañera ensangrentada.




martes, 6 de noviembre de 2012

Tres estrellas






Una, dos, tres... Siempre contamos las mismas... Miremos desde donde miremos, están ahí, fijas, esperando que nuestros ojos se posen en ellas y  pidamos deseos: visitar a nuestras familias; comer si no es hora, según nos dicen; pero sobre todo ayuda cuando cualquiera de nosotras desaparezca en la noche. En nuestro cielo solo hay silencio y oscuridad. Pasos sigilosos que se acercan y una niña soñolienta tiene que levantarse. Temblamos con el temor pegado a los huesos. Los ojos cerrados y el miedo como único latido en nuestro corazón. Cuando el sol entre por las ventanas,  una nueva pequeña ocupará la cama vacía.

Sueño que cabalgo por las montañas respirando libertad, un roce me saca de ahí, tardo en comprender: esta noche me ha tocado a mí. El pánico lo impregna todo, creo que huelo a miedo, eso hace que tiemble con más fuerza. Una mano me empuja hacia la salida, suavemente pero con firmeza. No puedo mirar atrás, pero sé lo que piensan, lo que sienten y su hedor también me llega. Con un guiño, mis estrellas me invitan a escapar, pero solo sale un sollozo ahogado de mi pecho.  Pintadas, ¡están pintadas!…




sábado, 3 de noviembre de 2012

Un vecino singular

 Mi aportación al CONCURSO A PARTIR DE UNA IMAGEN de TRIPLE C (Septiembre)



 





Enamorado de la vida no se dio cuenta de su error, tanto querer alcanzar las estrellas y lo que alcanzó fue el dolor.

Le miro desde mi ventana. Es delgado, en su cuerpo se dibujan los músculos que con tanta paciencia ha ido forjando durante años de gimnasio. Alcanzar la fama era la ilusión que a todos contaba. Cuando le conocí sus ojos brillaban con ese brillo que te da la alegría; vivía junto a su familia en el chalet de enfrente y cada mañana temprano, vestido con ropas holgadas, salía a hacer el recorrido que le transportaría a su paraíso. Aquel día, bajo la lluvia, nadie le vio partir. Hoy, como si nunca hubiera vivido, permanece sentado en el interior de la prisión que construyó, donde sólo queda el vacío de unos ojos perdidos en el horizonte; fuera, el resultado de muchas operaciones para devolverle una apariencia de humano. Su cuerpo desdibujado, su rostro desfigurado; ya no cuenta sueños, ni vive para ellos. Aquel día, el camión que no le vio, se ocupó de convertir sus días en noches oscuras llenas de estrellas, que ya nunca alcanzaría. Le miro desde mi ventana y le abrazo en la distancia, conociendo la riqueza interior descubierta tras su desgracia.