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lunes, 31 de octubre de 2016

Tras el accidente



Imagen tomada de Internet

La pequeña se acercaba cada noche e intentaba entablar conversación, reconozco que al principio la rehuía y sé que eso no estaba bien, ella necesitaba comunicarse. Vencí mi reticencia y acepté su compañía, comencé a acostumbrarme a sus risas y a los rizos que caían por su mejilla. Desde entonces han pasado más de 20 años, ella sigue viniendo a visitarme aunque más de tarde en tarde. Y nuestras conversaciones cada vez son más cortas. Intuyo que sabe que se acerca el momento en que compartamos morada.
© Yashira  2016



domingo, 30 de octubre de 2016

El Terral


Para los Viernes creativos del Bic Naranja.

Cementerio Inglés, Málaga


Cuenta la leyenda que si te paras junto a los nichos, puedes escuchar los susurros, casi siempre, viejas canciones de amor, aquellas que se aprendían durante la infancia, mientras jugaban en la orilla recogiendo las pequeñas conchas que la mar escupía. Hace unos meses escogí un lugar privilegiado, me siento en una piedra que hay junto a dos tumbas repletas de ellas, allí, la brisa me va relatando antiguas historias hasta la puesta de sol, momento en que todos callan, el silencio convierte en tumba el cementerio y como plomo cae sobre los hombros todo el pesar de las horas y de los llantos antaño acumulados. Hoy, por fin, me susurraron el título del libro. 
© Yashira  2016



lunes, 24 de octubre de 2016

Trabajo rural comunitario


15 de octubre, día internacional de la Mujer Rural, en su homenaje, mi aportación a ENTC.

Ilustración de Amparo Martínez (Petra Acero)

Durante años no supe de dónde venían los tomates, jamás los había visto fuera de las fruterías, pero como el destino es caprichoso, aquí estoy, quedamos pocos aldeanos y aunando fuerzas mantenemos la producción suficiente para la subsistencia. 
Cada mañana me levanto antes que el sol. Con el crepúsculo regreso a casa arrastrando fatiga de años. Así un día tras otro hasta el domingo, jornada de descanso. No, no voy a misa, he cambiado la mantilla por el delantal de faena. A la tierra no tengo que rezarle ni pedir perdón por mis pecados. Ese dios al que rogué para evitar las palizas, al que supliqué por mis hijos; aquel sacerdote que me decía, hija, tienes que tener paciencia, dios sabe lo que hace; nada hicieron cuando quedamos bajo un montón de escombros, cuando aquel al que debía obediencia destruyó lo más sagrado. 
Viajé dejando allí la vida. Y muerta, aunque no enterrada con ellos, me instalé en un lugar casi despoblado que me ha devuelto la energía. 



Es la historia de Manuela, que a sus setenta y tantos años continúa su labor incansable, y cada nueva temporada, da a luz vida que nace de las entrañas que la cobijaron.

© Yashira  2016


Fuera de tiempo



Imagen tomada de Internet

Al otro lado de la ventana hacía sol. Cómo esperar que al entrar en casa lloviera a cántaros. Esto empezó el día que dejó de nacer mi hija, estaba todo preparado, habitación, cochecito, ajuar, mi mujer rompe aguas y al llegar al hospital, no había bebé. Del susto perdí el conocimiento y desperté escuchándome decir: Mamá cierra la ventana, no quiero ver la vida. Mi voz 40 años atrás. Y aquí sigo, sorteando las inclemencias de mi tiempo, despejando tormentas de ideas, que chocan y resbalan por los cristales de las gafas que no tengo y reviviendo la sinrazón que me habita día tras día.

© Yashira  2016





Mi participación en la semana 6 de REC.



viernes, 21 de octubre de 2016

Sin memoria


Para los Viernes creativos del Bic naranja.

Fotograma de la película de 1916 «Maciste alpino», de Giovanni Pastrone

Apenas quedan recuerdos
de tu brutal y despiadada existencia.

Te creías fuerte,
un valiente junto al débil,
los demás te temían.

Tú pensabas que te honraban,
que te adoraban, pero te rehuían,
si querías compañía,
la buscabas entre pobres desgraciados
que vivían de la lucha,
de la guerra.

Un ser pequeño en un cuerpo grande,
nadie negó nunca tu fortaleza,
pero el valor no se mide a la fuerza,
el valor se lleva en el alma,
y tú tenías un alma pendenciera.

Hace tanto que sucumbiste
invencible como eras,
no pudiste vencer a la muerte,
te sobrevino de puntillas,
te pilló desprevenido,
se apoderó de tu cuerpo
y se encargó de borrar todas tus huellas.
Fue fácil, nadie quiso recordarte.

Pasaste de la barbarie
a la tierra de nadie. 

© Yashira  2016





lunes, 17 de octubre de 2016

Regalo de aniversario


 Aportación para la semana 5 de REC


Imagen tomada de Internet



Cuando se prendieron las cortinas de la cocina lo peor había pasado. Un día especial debe comenzar de forma especial, antes de salir dejé preparado un suculento desayuno. Al regresar por la noche me encontré una mesa exquisitamente decorada, sonreí al ver que lo que bien comienza bien acaba. Insistentes golpes en la puerta me sobresaltaron, al otro lado alguien lloraba y suplicaba ayuda, a partir de ese momento la irrealidad se instaló, no recuerdo cuando abrí, cómo estaba contra la pared recibiendo golpes sin saber de quién ni por qué y antes de desfallecer el olor inconfundible de su cigarrillo me clavó el puñal que más dolió.
© Yashira  2016

lunes, 10 de octubre de 2016

Semana 4 REC


Mi aportación a la semana 4 de REC



Imagen tomada de Internet


Entre vecinos

Poco antes de que los domingos fueran amargos sucedió lo inesperado. Solían ser luminosos, participativos, como en familia; el parque, cada fin de semana se convertía en una fiesta. Pero la tempestad llegó antes del otoño. No sé si lunes o martes, quizás jueves, un pensamiento fugaz, una palabra, y un abismo profundo y oscuro se abrió entre nuestras casas. Se tragó todo, amistades, buenas relaciones, juegos infantiles y en adelante, poco a poco, el barrio quedó despoblado. 

© Yashira  2016



Imagen tomada de Internet


La avalancha

Poco antes de que los domingos fueran amargos vivía perdido en la montaña, en un pueblo con pequeñas casas de piedra, olor a paja en el jergón, caminos que se perdían entre los riscos, hoy solo quedan los recuerdos. Mientras la tarde caía todo se oscureció, una negra nube cubrió cada rincón y en segundos mi mundo desapareció. 

© Yashira  2016