Me leen...

sábado, 29 de febrero de 2020

Test de personalidad




La imagen puede contener: noche
Gabriel Guerrero Caroca


Soy un gato normal y vivo, ocasionalmente, en casa de un humano que me cree de su propiedad. Cuando salgo a la calle disfruto fijándome en los seres que se cruzan conmigo, los pequeños gorriones nunca se acercarán, saben por instinto que los cazaré, ellos lo tienen claro y yo también; entre los contenedores de basuras hay roedores que se asoman al verme, también saben que los cazaré si se ponen a mi alcance, es nuestra naturaleza, la de ellos esconderse y la mía atraparlos, no es algo que nos perturbe especialmente porque simplemente es así, no le damos vueltas. Luego están los canes, ladradores, ruidosos, siempre tras mi pista, olfatean y olfatean tratando de alcanzarme, simplones, creen que pueden conseguirlo, están tan cerca de los humanos que se han contagiado de su ignorancia. En estos últimos, los humanos, encontramos infinidad de ejemplares; los hay que nos ponen agua y comida, para ellos es la prioridad y suele tratarse de los que menos tienen, hacen de su necesidad la nuestra, para mí es bueno, porque me ahorro tener que volver a casa cada vez que tengo hambre, o tener que buscar ratones con lo sucio que es tratar de cazarlos, son útiles, me gustan. Mi pelaje negro genera desconfianza en muchos de ellos, me rehúyen o tratan de rodearme, con estos me divierto mucho y como ya los conozco y son tan previsibles, ahí me tienes a mí, esperándolos para pasar justo cuando llegan. Hay quienes dicen de mí que soy egoísta y altivo, cuando los egoístas son ellos, prefieren mantenerse lejos de cualquier ser que pueda requerir su atención; también los hay cariñosos y amables, me miran con amor y ven en mí un ser sociable y amoroso, con éstos me rozo y les ronroneo ayudándoles a sentirse mejor, sonríen y se relajan con mi contacto, momento placentero para ambos. Aunque no lo sepas, humano que me lees, te sirvo de espejo. Dime ¿Y tú cómo me ves?
© Yashira  2020



Para el Bic naranja: viernes creativos. La foto propuesta es de Gabriel Guerrero Caroca (https://www.instagram.com/shriveling/?hl=es)


sábado, 22 de febrero de 2020

Regresaron para quedarse



La imagen puede contener: 4 personas, árbol, pantalones cortos, exterior y naturaleza
Andreas Maria Kahn


No sé cuántos de vosotros las habéis visto, pero de niña, al intentar dormir, las paredes de mi habitación se llenaban de caras, terribles, lloronas, implorantes. Aterrada corría a la habitación de mis padres buscando protección, pero ellos cerraban la puerta y no querían saber nada, ahora entiendo por qué, con los niños no se quedan, los niños solo son el portal por el que llegan a la realidad. Desde que sufrí aquel asalto, las pesadillas son continuas, durante el día me acechan, me han cercado, ahora son fuertes y ya no solo aparecen en la noche. Si atrapan a un adulto, penetran en sus células, recorren su sangre, ya no son terrores nocturnos, son demonios, sombras que me acompañan a todas partes.  
© Yashira  2020



Para los viernes creativos del bic naranja. Imagen propuesta de un fotógrafo berlinés que no deja indiferente a nadie: Andreas Maria Kahn (https://www.andreasmariakahn.de/)

miércoles, 19 de febrero de 2020

Vivir entre fariseos





Necesitamos compañía física, y atraemos a seres que, si los viésemos con los ojos de la verdad, no los querríamos a nuestro lado. Pero en esa carrera loca contra la soledad, a la que nos lleva el miedo, les permitimos entrar y quedarse. Así llegaste a mi vida. 
Te abrí las puertas de mi alma, mi corazón puse en tus manos, fingí no ver tus rechazos, día tras día, la venda que coloqué en mis ojos, la apretaba más fuerte, para que ningún resquicio de realidad empañara nuestra vida. 
Pero de tanto apretar se rasgó. Un día, de tan rota que estaba la armonía, estalló en mil pedazos. Aquella belleza perfecta, fingida, no soportó tus gritos ni mis sollozos. 
Podemos tratar de no ver, callar, no escuchar, pero ¿Durante cuánto tiempo? La venda cae, la mordaza ahoga y los tapones estorban. Y mientras tanto, nos piden que nos mantengamos fuertes, que seamos coherentes y caminemos como si nada estuviera pasando. No salgas a la calle a mostrar tus miserias, la ropa sucia se lava en casa, es normal que un día algo falle, pero aguanta, sufre, calla, no enturbies la paz general, mantengamos limpia la ciudad. 
© Yashira  2020



Para ENTC (tema LA BELLEZA), hace mucho que no participo, y entro a horas de acabar el plazo, pero quiero cumplir mis propósitos de este 2020 y este es uno de ellos, no abandonar lo que me gusta. 




viernes, 7 de febrero de 2020

Si sale humo, hay fuego.


Para los viernes creativos del Bic naranja.

Nicolas Bruno 

Me sentí triste, rodeada de incertidumbre y reclamos egoístas. No quise seguir escuchándote ni acumular más reproches. Solo quería alejarme del mundo, escalar montañas, volar hacia las nubes. Pero seguiste hablando sin parar, de tus necesidades, de tus esperanzas, de lo que pensabas hacer cuando cobrases todos los atrasos de tus vacaciones.

Me harté. Que arda el mundo contigo dentro. También tengo necesidades y se me acabaron las esperanzas, siempre tratando de regatearme cualquier posibilidad de medrar. Ni luna, ni estrellas, nunca me ofreciste nada. Pedir sí, el infinito bajo mis pies. Pero me harté.

No fue intencionado, aguanté tanto, callé tanto, que al pronunciar la primera palabra saltaron chispas.Trataste de apaciguarme pero ya no había modo, las llamas salían por mi boca cual dragón herido. Y solo pude callar cuando tanto exterior como interior estaban calcinados, todo el sufrimiento, toda la paciencia, todos los reproches contenidos, todo, calcinado. Las lágrimas brotaron después, fuera de toda esta historia, lloré, me senté en el suelo y lloré, abrazada a los restos de un amor que, como hiedra, me había ahogado.
© Yashira  2020




lunes, 3 de febrero de 2020

Dos caras



Para los viernes creativos del bic naranja. 

Gabriel Guerrero Caroca



No creas todo lo que ves. Al asomarte al abismo puedes imaginar lo que hay al fondo. Al otro lado alguien también se hará conjeturas, allá abajo, alzando la vista, se preguntará qué deparará a quien trepe por sus angostas paredes. ¿A un lado o al otro, que importa? Si algo tiene que pasar, pasará. Solo una diferencia, los que están arriba, sienten temor ante la oscuridad que no permite saber qué hay más allá, los que están abajo, sienten temor a la luz que les deslumbra de tal modo que no son capaces de ver lo que hay detrás. Unos y otros, dudan. Dudar es el común denominador de ambos lados, pero solo el salto los pondrá a salvo. Hacia arriba o hacia abajo, salta, sé el loco que no teme avanzar.

© Yashira  2020