Me leen...

martes, 28 de febrero de 2012

EL TESORO....


Este relato junto a SIN OPCION quedaron preseleccionados en el Concurso Minificciones en Cadena Triple C (IV Quincena). Para ser la primera vez que participo en algo así, me siento satisfecha.




Se acerca presuroso a recoger del suelo la lágrima cristalizada, que como estaba previsto rodó a sus pies. La confunde con un diamante, sus ojos se iluminan, cree haber encontrado el camino hacia el tesoro.
Lleva toda su vida buscándolo. Le han llamado de todo, creen que está loco, pero él lo encontrará. Hace años, tenía un ayudante, ambos recorrieron todo el monte palmo a palmo buscando el lugar exacto. Con el tiempo el  muchacho se cansó, decidió dedicarse a cosas más provechosas, buscar tesoros dejó de ser emocionante y además no daba de comer. Hoy, sólo, sigue su búsqueda como si de ella dependiera su alma. Ya hay rumores de que la vendió y con este tesoro pensaba recuperarla... Y es el comprador el que juega con su desdicha, él le ha puesto la trampa, a través de un juego macabro dónde perderá la vida y entregará el alma.


SIN OPCION...




Se acerca presuroso a recoger del suelo la lágrima cristalizada, no permitirá que nadie la vea, no lo delatarán jamás. 
Ella trabajaba en su oficina y él la amaba en secreto. El día que se le declaró, también se declaró en guerra con su puesto: siempre prohibió las relaciones entre los empleados y nunca se acercó demasiado a ninguno de ellos. En esta ocasión algo falló, no contó con sus embrujadores ojos negros, ni con su risa clara, sus manos blancas y sus amplias caderas.
No tuvo opción, ella lo rechazó. 
Abre el arcón y mira su cara morena entre millones de perlas blancas, deposita con cuidado la que acaba de recoger, no se derrita y deje rastro.
Limpia lentamente el resto de las piezas, mientras repite para sí, como una letanía: No tuve opción, no la tuve...