Me leen...

viernes, 16 de febrero de 2018

Lo había olvidado


Para los viernes creativos del Bic naranja


Josh Kern

El tranvía de la vida no tiene paradas intermedias, solo final de trayecto. 
Subimos al nacer y viajamos cuanto podemos. En ocasiones deseas bajarte, tirar todo por la ventanilla, pero no, sigues ahí, con tu vista perdida tras el cristal. 
Hoy me he fijado en dos jóvenes que se besaban.
Recordé el beso que no nos dimos, el que tanto deseé, pero bajaste tan pronto, tu parada quedó muy lejos de la mía. Solo alguna noche has regresado en sueños, y ahí si me has besado, como si nunca nos hubiéramos separado, borrando la distancia de esos vagones lejanos. 
Ahora, tras tantos años de añoranza, puedo sentir el de verdad, fue en la mejilla, nos despedíamos hasta el próximo año, pero el tren llegó a su destino y el deseo se secó en mis labios. 
© Yashira  2018


sábado, 10 de febrero de 2018

Confianza ciega



Alejandro Solís


Me dijiste que podía contar contigo. Tuve necesidad de hablar, de un abrazo, algún consejo, quizás tan solo que escucharas mi soledad.
Llamé a tu puerta, insistí con el timbre, nada.
Tomé el teléfono y traté de contactar, nada.

Aquí estoy, pegada a tu cristal, algún día vendrás a limpiarlo.
© Yashira  2018


viernes, 9 de febrero de 2018

Apego


Para la 2ª foto en blanco y negro de ENTC.


Tom Waterhouse

Las tardes de invierno me gusta salir a pasear sin importar las inclemencias del tiempo, y tras regresar a casa, disfrutar, junto a mi mujer, de un chocolate bien caliente mientras planificamos nuestro próximo viaje, que nunca es tan próximo, no antes del verano.  

¿Te ha sucedido alguna vez, al callejear, que por el rabillo del ojo entrevés algo o alguien que corre? Vuelves sobre tus pasos, pero claro, la situación es irrepetible. Mentalmente la proyectas una y otra vez hasta que empieza a tomar forma: "Tenía pies, sí, y cabeza; por su tamaño sería un niño de no más de 10 años, pero no, lo que revoloteaba alrededor era una falda, era niña ¿Una niña que se esconde? O ¿Qué?" 

No conocíamos Asturias y un folleto turístico que, por azar, cayó en mis manos, nos sedujo: 
"Adentrándonos en la famosa ruta del Beyu Pen encontraremos un puñado de aldeas con duende". 

El pasado agosto viajamos a Amieva.

Lo que no ponía el folleto, ni podíamos sospechar, es que el duende existía y me seguiría por siempre. Según he escuchado, España está llena de pueblos con duende, aconsejo precaución.  
© Yashira  2018