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sábado, 24 de agosto de 2019

Leyenda india





Cuenta la leyenda que un día hubo un incendio enorme en el bosque. Todos los animales huían despavoridos, pues era un fuego terrible.

De pronto, el jaguar vio pasar por sobre su cabeza al colibrí... en dirección contraria, es decir, hacia el fuego. le extrañó sobremanera, pero no quiso detenerse. Al instante, lo vio pasar de nuevo, esta vez en su misma dirección. Pudo observar este ir y venir repetidas veces, hasta que decidió preguntar al pajarillo, pues le parecía un comportamiento harto estrafalario: 

¿Qué haces colibrí? Le preguntó. 

Voy al lago -- Respondió él-- Tomo agua con el pico y la echo al fuego para apagar el incendio. 

El jaguar sonrió. 

¿Estás loco? -- Le dijo. ¿Crees que vas a poder apagarlo con tu pequeño pico tú solo?

No -- Respondió el colibrí-- Yo sé que solo no puedo. Pero ese bosque es mi hogar. Me alimenta, me da cobijo a mí y a mi familia, y le estoy agradecido por eso. Y yo lo ayudo a crecer polinizando sus flores. Yo soy parte de él y él es parte de mí. Yo sé que solo no puedo apagarlo, pero tengo que hacer mi parte. 

En ese momento, los espíritus del bosque que escuchaban al colibrí, se sintieron conmovidos por la pequeña ave y su devoción hacia el bosque. Y milagrosamente enviaron un fuerte chaparrón, que terminó con el incendio. 

Las abuelas indias contaban esta historia a sus nietos concluyendo: 

"¿Quieres atraer los milagros a tu vida? ¡Haz tu parte!"

Olvidamos que, uno a uno, sumamos millones. No hace falta hacer grandes esfuerzos, ni aportar grandes cantidades de dinero, solo es necesario que, cada uno de nosotros, hagamos lo que en conciencia sabemos que podemos hacer. Si quieres que algo suceda "haz tu parte"


martes, 6 de agosto de 2019

Revelación póstuma

Mujer, Espejo, Psique, Depresión, Personalidad
Imagen Web

Por favor, lanza mis cenizas al mar y no te sorprendas. 

Disfrutaba nuestras visitas otoñales a esa cabaña para ver si podíamos mantener la esperanza de comprarla, nunca lo hicimos; te pido perdón por mi falta de tiempo, es un desatino lo sucedido, pero amor, no estaba previsto. 

Ayer decidí darte una sorpresa, subí a verla una vez más y comprobar su disponibilidad, por cierto, en la guantera del coche encontrarás el dinero para la señal. 

Había niebla, un ciervo apareció de repente, giré y allí estaba el árbol ¿Aquel en el que grabamos un corazón? No sabría decirte, pero era grande y majestuoso, como a ti te gustan. Lo abracé tan fuerte que ya nunca me podré desprender de él. Puesto que siempre habrá algo de mí en la montaña, te ruego que el resto lo entregues al mar, nunca te lo dije, no quería discutir, pero era ahí donde a mí me apetecía pasar los últimos años de mi vida. Ayúdame a cumplir ese deseo, 

Tu siempre amante esposo, con cariño.


_ ¿Con cariño?
_ ¿Alguien puede escribir algo así en el espejo del baño con cariño?
© Yashira  2019