Me leen...

domingo, 29 de diciembre de 2019

¡Sorpresa!




Día De Nacimiento, Celebración, Aniversario De La


Ensimismada en mi lectura recibo con sobresalto el timbre de la puerta.
¿Quién será? No espero visita.
Me levanto con desgana de la cama y al mirar en el espejo descubro que voy sin vestir, sin peinar, una vez más pasaron las horas y no me enteré.
Cuando no tienes que preocuparte de horarios, comida, ni salidas; cuando no existe el tiempo porque no hay despertador que rompa tu sueño, puede pesar, y mucho, la soledad; no es mi caso, vivo junto a ella, la saludo cada mañana al despertar y hasta le hablo ¡Cómo voy a sentirme sola! Mis libros, el perro, los pájaros, las plantas, todos acompañan el día a día, comparto mis ratos buenos y malos, les cuento lo que me sucedió al salir a comprar el pan, bueno, eso el día que me acuerdo de comprarlo, si no fuera por Dino, durante semanas no vería la calle.
Con esta cháchara mental quien ha llamado ya debe haberse aburrido.
Miro tras el ventanuco de la puerta y no hay nadie.
Ya preparada aprovecho para coger la correa y salir a pasear con mi compañero, pero ¿Qué es esto?
Un paquete perfectamente envuelto en papel marrón clásico, sin remite ni dirección.
¿Será para mí? No creo, hace mucho que nadie recuerda mi existencia.
Aunque no sé qué hacer con él, no puedo dejarlo ahí o se mojará, con el invierno llegaron las lluvias, además, me puede  la curiosidad. Lo meto en casa y me dispongo a abrirlo, pero no, he decidido esperar a Navidad. Esconda lo que esconda en su interior será motivo de celebración.  

Hay cosas que es mejor abrir sobre la marcha, contenía una invitación a cenar y una bola de cristal llena de nieve y corazones. El amor llamó a mi puerta. Si no fuera porque acabo de recibir un nuevo paquete hubiera pensado que era una equivocación, pero mi amor secreto, esta vez, ha enviado la dirección de su casa, una foto y una larga carta en japonés. No entiendo nada, pero ¿Desde cuándo alguien entiende a cupido?
© Yashira  2019





sábado, 21 de diciembre de 2019

¡Cuidado! El espíritu navideño muerde



hundertwasser snow
Friedensreich Hundertwasser

Casi es Navidad y no he montado árbol ni belén. Este año, tan duro y pesado, se está resistiendo a terminar, cuento los días, las horas, los minutos. No me atrevo a abrir ninguna ventana, así, en semipenumbra, mis emociones están en consonancia con la escasa luz que se cuela por las rendijas y además, desde fuera, parece que la casa está deshabitada. He elegido esta manera, poco usual, de terminar el año para evitar el bullicio y la luminosidad de estas Fiestas, cuando tienes un estado de ánimo tan bajo y plano, estar rodeada de gente, ruidos y luz puede ser hasta mortal. Ya, suena exagerado, pero ¿acaso el corazón, el cerebro, el cuerpo en general están preparados para sufrir semejantes contrastes? No sé si lo están, pero mi mente no, psicológicamente no estoy preparada para vivir en esa selva durante semanas. Tengo víveres para aguantar hasta pasados los Reyes, con un poco de suerte cuando salga todo habrá vuelto a la normalidad, ni luces, ni música, ni bullicio, bueno, bullicio siempre hay, pero diferente. ¡El teléfono! Olvidé desconectarlo. Suena y suena sin parar. Angustiada por el ruido abro la ventana para lanzarlo fuera.
¡Oh no!
Es listo, como un gusano hambriento se ha colado y lo ha mordido todo. Ahora mi casa huele distinto, a horno de leña cociendo galletas; las paredes parecen vivas, iluminadas; hasta creo entrever pequeñas luces bailando villancicos entre mis libros. No sé de dónde viene el sonido, cerré rápida el cristal y bajé la persiana, pero algo ha quedado dentro. Algo recorre cada estancia, hay una luz imposible, lo sé bien, quité los plomos nada más comenzar este fenómeno. Sonido, olor, color, juntos y mezclados como un complejo cóctel, y en medio yo. Bueno, y ese algo, porque aquí no estoy sola. Siento que se acerca, es como un hormigueo que sube por pies y manos.
¡Me rindo! Abro puertas y ventanas, con un brillante gorro y un matasuegras me voy a la calle. Un ente me mordió y la juerga comenzó, os pongo sobre aviso. 
¡Felices Fiestas a todos!  
© Yashira  2019





Última propuesta del año para el bic naranja: "Para despedirnos del año y dar paso a las fiestas (volvemos el 10 de enero) os dejo que escribáis la historia navideña que se os ocurra a partir de esta foto que nos ha enviado Elena Mójer de la Kunst Haus de Viena, museo realizado por el pintor Friedensreich Hundertwasser que podréis visitar cuando vayáis a esa maravillosa ciudad".


miércoles, 11 de diciembre de 2019

Regreso a ninguna parte



Javier M. Reguera
Yellow Bus, Javier M. Reguera


Llevaba unos días con esa sensación extraña de no pertenecer a ningún lugar, no sabía qué hacer y comencé a deambular en coche sin destino alguno. No sé cuántos kilómetros llevaba recorridos cuando llamó mi atención un autobús, era amarillo y estaba abandonado. En aquel lugar lleno de viejos coches destartalados, brillaba con luz propia, parecía llamarme, salté la valla y me acerqué.

Estoy frente a él preguntándome cuánto tiempo lleva parado, de repente una irracional angustia se apodera de mí al pensar que no pueda ponerlo en marcha, esa angustia me acompaña mientras busco a alguien que me facilite una llave para entrar y comprobar su estado. No hay nadie, busco una oficina o algo semejante y veo un letrero con los horarios, es fin de semana y no abrirán hasta el lunes. Bien, no me queda más remedio que forzar la puerta y entrar. Lo que veo no me decepciona, está viejo, sucio, pero tiene vida, basta dar una vuelta por su interior para comprender que ha vivido mucho, que tiene muchas historias que contar, pero lo más importante, muchas más para crear. Limpio un par de asientos y me preparo a pasar ahí el tiempo que resta hasta la apertura del negocio, no tengo intención de marcharme sin él, es una de esas decisiones que se toman por impulso, sin pensarlo dos veces.

En la mochila llevo apenas una chocolatina y una botella de agua casi vacía, creo que la espera será dura pero la decisión es más fuerte que el hambre o la sed, me tumbo sobre los sillones y me arropo con el saco de dormir que suelo llevar en el maletero. Un ruido me sobresalta, no es uno de esos crujidos típicos de reajuste, es un sonido seco, un golpe que hace temblar la estructura, me despierto sobresaltado y rodeado de luces de emergencia, gritos, sirenas de bomberos y ambulancias, confuso trato de moverme y no puedo, estoy atrapado entre los restos de los butacones sobre los que me recosté. El bullicio va cesando al clarear el día, con la luz del sol todo se ve distinto, ahora estoy fuera contemplando el destartalado aspecto del vehículo, incrédulo y asombrado me alejo de allí, ayer era un majestuoso tesoro, hoy un amasijo de hierro del que he salido sin rasguño aparente y ahí, en medio de la nada, no encuentro mi coche ¿He vivido un accidente real? ¿Ha sido una pesadilla? ¿Un recuerdo en el que me he visto atrapado al dormirme en ese lugar? No hallo respuestas, me alejo caminando hacia ninguna parte, con la creciente sensación de estar muerto.
© Yashira  2019




Para los viernes creativos, esta vez Ana en "Escribe fino" nos pide que pensemos en este lugar, un autobús extraño.

La fotografía es de Javier M. Reguera, de la Serie «City 01Skate Days», 2019.

jueves, 5 de diciembre de 2019

De vuelta a la realidad


Vidrio, Ventana, Roto, Agrietado, Shattered, Templado
Imagen de Internet


Me pregunté qué pasaría si comenzaba a cambiar algo en mi rutina, pensaba en aquellos que nos animan a salir de nuestra zona de confort para conseguir objetivos. 
Comprobé que hay cosas que no se pueden cambiar, antes de ducharme he de salir de la cama, para desayunar tengo que haberme preparado las viandas, la entrada al trabajo es a la misma hora; pensándolo bien poco puedo cambiar. Quizás la ruta, pero estando cortada por obras la vía principal, solo tengo un camino posible; tampoco podré variar eso.
Parecían complicados los cambios. 

Distraído como iba en mis cavilaciones me salté un semáforo en rojo. 

Ahora sé algo cierto, el subconsciente nos escucha y cumple nuestros deseos.
Ya no importan mis costumbres. "Tienes una segunda oportunidad, has sobrevivido". Son las primeras palabras que escucho tras el coma inducido, antes de narrarme mi nueva situación. 
© Yashira  2019



Se acercan fechas cruciales, puentes, vacaciones, cuando tomas el volante llevas entre tus manos una máquina peligrosa, no lo olvides, conduce con prudencia y si bebes, no conduzcas.