Todos los finales son también principios, pero eso no lo sabemos en ese momento, lo descubrimos más adelante.
Alguien
me habló de este lugar, hasta ese momento ignoraba su existencia, tomé
un mapa y lo busqué ¿Dónde está? Soto de Sajambre... suena bien. Picos
de Europa, León… prometedor.
Tantas
discusiones estúpidas, tanta pérdida de tiempo en sandeces... Una vida
desperdiciada y malgastada por situaciones ajenas a lo realmente
importante.
Hoy
mi vida transcurre tranquila, aquí he encontrado la paz. Por la mañana
me levanto temprano, lavo mi cara, peino mi pelo, tomo del armario
cualquier cosa, y sin más, salgo a pasear.
Me
encuentro con caras sonrientes que saludan mi paseo. En este precioso
pueblo todo es cotidiano, de diario. Sus casas antiguas, sus viejas
calles, todo, junto con sus gentes me abraza y me hace suya. Aquí no
tengo horarios, no hay hora de comer, ni de dormir, nadie me espera al
llegar a casa, puedo salir y entrar o pasarme días y días sin ver la
calle, pero no hay quien me reclame, quien censure si me he arreglado
más o menos, si he comido o si hace no se cuánto que no me depilo.
Te
echo de menos. Mi cuerpo está frío, ya no están las manos que con sus
caricias lo llenaban de fuego. Echo de menos tantos besos, tantos te
quiero.
Ayer
salí a buscar algo de comer, encontré una pequeña tiendecita atendida
por una señora amable y regordeta, con una cara tan feliz, que envidia
me dio ver sus ojos brillantes y llenos de vida. Le compré cuatro cosas,
total apenas tengo apetito, ni nadie con quien compartirlo. También me
conseguí algo de leña, por las noches hace frío.
Desde
que estoy aquí he tenido mucho tiempo para pensar. Y he recordado los
paseos al lado del mar, en las mañanas cuando temprano salía y te dejaba
dormido. Antes de salir me gustaba mirarte y ver tu cara feliz,
relajada, quizás soñando con bonitos paisajes o amores de ensueño. Y
nuestras caminatas de noche, después de haber disfrutado las increíbles
puestas de sol, que, como cada día, nos regalaba a los ojos nuestro Mar
Menor.
El
alma resquebrajada, roída, deshilada, no la reconozco de cambiada. ¿Por
qué te fuiste? ¿Por qué me dejaste? Rompiste tu palabra, “no te dejaré,
nunca me separaré de ti” eso dijiste, y después…. ¿Dónde estas?
Paseando
por un bosque cercano he descubierto un lugar diferente, no sabría
explicarlo, pero allí se respira otro olor, todo tiene más color, y cada
árbol, cada flor tiene su propio espacio, es como si la naturaleza lo
hubiera preparado todo, para que al llegar, también yo encontrase mi
lugar. Me integro en el paisaje, en la tierra, en el aire, es difícil
explicar tanta paz. Me siento en el suelo y el resto, todo mi entorno,
parece hacerse uno conmigo, me arropa, me cobija, y desde ese momento se
acaba el frío, la soledad, nada queda de todo lo que, en otro tiempo,
me causó dolor. Aquí se ha disipado mi amargura y comienzo a sentirme
viva. Te parecerá extraño, pero hasta he sentido tu presencia, me has
besado, me has amado, desde lo profundo de la tierra he sentido cómo tu
calor me invadía, subiendo desde los pies, hasta arropar todo mi ser.
Estaba sola, no había nadie más, difícil saber qué sucedió. La encontramos tendida en el suelo, desnuda y sonriendo.
He
muerto, dicen... pero me siento viva, feliz, y tú, abrazado a mi ¿Qué
más puedo pedir? Mágico lugar, donde he podido recuperarte, volver a
vivir. Cumplida tu palabra al fin.
Qué hermoso y qué triste!
ResponderEliminarBesos
Gracas James, a veces un final feliz para uno resulta triste apra otro. Pero ya vés, ella se siente feliz.
EliminarBesos.
Vaya, cartagenera, te has lanzado un bonito sandwich mixto, es complicado hacerlo bien y te ha salido a la perfección, perfectamente unidos los textos al final.
ResponderEliminarMe gustó, buena apuesta.
Besitos
Gracias Enmascarado, me alegra que te guste. Son esas cosas que nacen casi sin darte cuenta y van tomando forma.
EliminarUn abrazo.
Me ha gustado :D. El tiempo corre y no hay que dejar escapar ninguna oportunidad; luego será imposible volver atras para hacer todo aquello que uno no ha querido o podido hacer.
ResponderEliminarBesos
Qué razón tienes Henry, lo que no hacemos pensando que hay tiempo, casi siempre acaba en arrepentimiento por no haberlo hecho cuando tuvimos la oportunidad.
EliminarBesos.
Yashira, una historia triste y alegre a la vez. Dos personajes que se han separado, uno muere lentamente por la ausencia en su tierra y la otra en la montaña recupera la vida, volviendo a vivir, alejado de esa persona tan nociva para ella.
ResponderEliminarMe gustó esta historia de espejos.
Un beso.
Gracias Nicolás, me alegra que te haya gustado, artista, a mí si que me gustan las tuyas.
EliminarUn abrazo.
Sencillamente tierno y lleno de sentimiento.
ResponderEliminarUn saludo desde Edimburgo.
Belén.
Gracias Belén, uy en Edimburgo, feliz viaje, y disfruta mucho. Seguro que algo nos contarás, y algunas fotos veremos. Un abrazo.
EliminarMuy tierno y triste. Me gusto mucho la narración.
ResponderEliminarBesos!
Gracias Ayelén, me encanta que te guste.
EliminarBesos.
El paisaje, vos y los dos dos textos integrados! Muy original y tierno. Con el alma a flor de piel, me encantó. Abrazo grande,Yashira!
ResponderEliminarSí, espero que hayan quedado bien integrados, parece que la idea se entiende bien. Y desde luego es un relato lleno de alma.
EliminarUn fuerte abrazo Sandra.
Tiene un final triste para el que lee pero un final feliz para la protagonista de la historia! Ese detalle hace que tu relato sea genial. Me ha encantado amiga! Siempre me sorprendes!!
ResponderEliminarBesos y abrazos querida amiga escritora!!!!!!
Jaja, me gusta que te sorprendas, y muchas gracias por llamarme escritora, aunque me queda mucho para eso. Pero ya ves que lo voy intentando.
EliminarMuchos besos para ti amiga querida.
Triste, tierno y de alguna manera con final feliz. Una buena historia de reecuentro en la otra vida a través del bosque. Me gustó.
ResponderEliminarBesitos
Si Elysa es triste por cómo supone el encuentro, pero alegre poque ella se siente feliz de nuevo, a veces no entendemos la felicidad de los demás, si no la medimos con la nuestra propia, pero cada cual tiene su propia idea.
EliminarBesitos.
Aunque el suicidio no debe ejercerse frecuentemente, por su adicción, en este relato se muestra a una mujer que se ha bajado de la noria diaria, ha disfrutado de la naturaleza y lo natural, peo no ha sabido vivir sin el ser amado. Lástima, pues estaba en ello, con él.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un abrazo señor Ximens, me alegra que piense que no debe ejercerse el suicidio frecuentemente, jaja, una vez se hace uno adicto a él creo que será difícil que sobreviva.
EliminarMe alegra su paseo por mis letras.