Santiago Fernández |
María, que no conocía varón, vio sorprendida a aquel joven de ojos castaños, traje impecable y cabello alborotado. Ruborizada aceptó la carta que portaba y volvió a su reclusión para leerla con calma. En ella rezaba su nombre, Ángel, y la invitación que su señor padre le hacía para cortejarla.
Desde aquel anuncio, el joven la visitó todos los sábados mientras sus amigas los rodeaban evitando cualquier acercamiento pecaminoso.
Así fue como Ángel anunció a María los deseos del señor de la casa.
El tiempo transcurrió despacio, con la calma de las fechas señaladas.
Recluida durante toda su vida, no fue hasta celebrada la boda que conoció el mundo exterior. Un mundo que llamó tan poderosamente su atención, que como paloma, vestida de blanco, ese mismo día desplegó las alas de la curiosidad y voló montada en la trasera de un autobús sin rumbo conocido.
Desde entonces sus amigas permanecen rezando por su alma, ningún ángel del señor ha vuelto a visitarlas.
© Yashira 2019
Para los viernes creativos del Bic naranja. Con la propuesta de Ana Vidal:
«El Ángel del Señor anunció a María…»
Y aquí tenemos a un grupo de señoras muy concentradas rezando en el Monasterio de Geghard, en Armenia, Patrimonio de la UNESCO.
La foto la realizó nuestro amigo Santiago Fernández y quiero saber ¿por qué creéis que estaban rezando estas mujeres, por conseguir la Paz Mundial, por el final de todas las guerras u oran porque les toque la primitiva o un primitivo?… ¡Tú decides!
Está claro que esperan que les toque una pasta para poder salir corriendo de ahí.
ResponderEliminarMientras sigan rezando podrá seguir viajando en "gracia".
Besos.
Puede que sí Alfred, ser autosuficiente facilita mucho las cosas.
EliminarUn abrazo.
Muy bien contada esa boda concertada Yashira. Se agarra al alma y me da una tristeza inmensa.
ResponderEliminarBesicos muchos.