Imagen tomada de Internet |
La pequeña se acercaba cada noche e intentaba entablar conversación, reconozco que al principio la rehuía y sé que eso no estaba bien, ella necesitaba comunicarse. Vencí mi reticencia y acepté su compañía, comencé a acostumbrarme a sus risas y a los rizos que caían por su mejilla. Desde entonces han pasado más de 20 años, ella sigue viniendo a visitarme aunque más de tarde en tarde. Y nuestras conversaciones cada vez son más cortas. Intuyo que sabe que se acerca el momento en que compartamos morada.
© Yashira 2016
Buen micro Yashira.
ResponderEliminarLástima que la ilustración y el Facebook me han dado muchas pistas.
El título muy bien escogido.
Besos
Jaja, ya, y el día también daba pistas, en fin... Trataré de enmendarme para otra ocasión. Muchas gracias por pasar y comentar.
EliminarNo tengas prisa.
ResponderEliminarBesos.
Tranquilo Alfred, prisa ninguna, todo ficción.
EliminarMuchas gracias por estar y comentar.
Besos.