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lunes, 31 de octubre de 2016

Tras el accidente



Imagen tomada de Internet

La pequeña se acercaba cada noche e intentaba entablar conversación, reconozco que al principio la rehuía y sé que eso no estaba bien, ella necesitaba comunicarse. Vencí mi reticencia y acepté su compañía, comencé a acostumbrarme a sus risas y a los rizos que caían por su mejilla. Desde entonces han pasado más de 20 años, ella sigue viniendo a visitarme aunque más de tarde en tarde. Y nuestras conversaciones cada vez son más cortas. Intuyo que sabe que se acerca el momento en que compartamos morada.
© Yashira  2016



4 comentarios:

  1. Buen micro Yashira.
    Lástima que la ilustración y el Facebook me han dado muchas pistas.
    El título muy bien escogido.
    Besos

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    1. Jaja, ya, y el día también daba pistas, en fin... Trataré de enmendarme para otra ocasión. Muchas gracias por pasar y comentar.

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  2. Respuestas
    1. Tranquilo Alfred, prisa ninguna, todo ficción.
      Muchas gracias por estar y comentar.
      Besos.

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