Ordenaron colocarle una venda en los ojos para evitar que sus heridas se infectasen, no le importó, hacía ya tiempo que no veía nada, y por lo que recordaba, aún hacía mucho más tiempo que no veía nada que mereciese la pena.
No se lamentaría, ahora tenía una justificación. Toda la vida obligado a explicar por qué no se había fijado en esto o en lo otro, tantos reproches por su falta de atención y de interés, fue una suerte estar allí en ese momento, sabia perfectamente lo que sucedería al abrir la ventana, con una sonrisa quitó el pestillo,una lengua de fuego le acarició la mirada perdida hacía tantos años.
© Yashira 2013
Semana 28. REC.
¡Excelente, Yashira!
ResponderEliminarUn micro duro, muy duro; tan duro como bueno.
Mis aplausos.
Muy generoso Pedro en tu comentario.
EliminarUn abrazo.
Un micro un poco bruto, duro. Pobre hombre toda la vida siendo puteado y al final la autoestima le lleva a esa acción. En mi opinión, quizás, necesite una revisión, un pulido, se trata de un micro y hay mucha repeticiones, no sé.
ResponderEliminarSeguro Javier que tienes razón, duro es, lo sé, también que sé que, sobre todo al principio, hay una repetición exagerada, lo cierto es que era la idea, pero como dices igual hubiera sido mejor expresarlo de otro modo.
EliminarGracias Ximens por tus siempre sabios consejos. Abrazos.