Acostumbro a salir todas las
mañanas a correr, el frío corta mi cara, esta forma de comenzar el día hace que
me sienta un superhéroe. Miro las caras con las que me cruzo, todos tapados
hasta las cejas, encorvados, temblorosos. Tristes sombras de humanos casi irreconocibles
bajo su apariencia.
Pero esta mañana algo salió mal,
al levantarme una losa cayó sobre mi cabeza, no literalmente, es sólo que el
dolor es insufrible y me tambaleo con angustia; apenas recuerdo cómo terminó la
noche anterior, pero el salón parece un estercolero. Unos pasos se acercan por
detrás a la vez que una voz me dice: tome, esto es bueno contra la resaca.
¡Dios! La voz se me clava y traspasa, querría matarla. Me mira con pena. En el
espejo se refleja la sirvienta y alguien que no reconozco y ¡lleva mi pijama!
- _ Pura dígale a ese hombre que se marche de mi
casa.
- _ ¿Qué hombre señor? – Dice sorprendida.
- _ ¡Ese que lleva mi pijama!- Digo al borde de la
desesperación.
- _ Señor, siento decirle que aquí solo estamos
usted y yo.
Miro desconcertado otra vez al
espejo, el esperpento me mira burlón. Ahora la sombra de humano soy yo. El
superhéroe derrotado por una cuantas copas de alcohol.
Palabras clave: frío, superhéroe, losa, sirvienta, espejo.
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Este micro responde a la propuesta de ODYS, que os invito a seguir:
DE QUÉ SE TRATA:
De construir un laberinto de microrrelatos enlazados. Microrrelatos independientes, sin otra relación entre sí que la palabra o las palabras clave que los vinculan.
Ejemplo: A escribe un microrrelato
sobre un señor que encuentra a otro señor en la bañera; B escribe un
microrrelato sobre las aventuras de un hipopótamo volador en
Vladivostock. La única relación entre los dos microrrelatos es la
expresión “zapatillas de felpa” que aparece en ambos y los vincula a
través de un enlace que permite navegar de un micro a otro.
DE QUÉ NO SE TRATA: No se trata de que continuéis este relato,
ni ningún otro relato, sino, repito, de escribir relatos
independientes, contenidos en sí mismos, con pleno significado propio. C
puede construir un relato a partir del hipopótamo volador de B, pero ha
de ser un relato que se explique a sí mismo.
Bases:
1. Un autor A escribe un
microrrelato en su blog y selecciona cinco palabras del mismo. A escribe
debajo del micro las cinco palabras o expresiones seleccionadas.
2. Otro autor, B, decide tomar el testigo, y escribe en su blog un micro que contenga:
—Una de las cinco palabras o expresiones seleccionadas por A.
—O un personaje del micro de A.
—O bien una de las cinco palabras y un personaje del micro de A.
3. B pondrá en su relato los enlaces correspondientes. A
su vez, A pondrá en el suyo los enlaces al micro de B. Los enlaces han
de estar situados dentro de los micros, en las palabras o personajes que
actúan de enlace.
Ejemplo: supongamos que la palabra o expresión escogida por B es zapatillas de felpa. B pondrá un enlace en su relato, en la expresión zapatillas de felpa, que lleve al relato de A, y A pondrá un enlace en su relato, en la expresión zapatillas de felpa, que lleve a B.
4. B tiene que escoger cinco
palabras de su relato, y escribirlas debajo del mismo, para que un
tercer autor, C, pueda tomar el testigo.
5. Asimismo, es conveniente que B publique las bases para la construcción del laberinto en un comentario a su propio relato, para que cualquiera que las lea y quiera animarse a participar pueda hacerlo.
6. Sucesivos autores podrán escribir relatos que incorporen palabras escogidas o personajes de micros anteriores, no necesariamente del micro inmediatamente anterior. Por ejemplo, un autor H podría escribir un micro que contuviera una palabra del micro escrito por G; pero también podría, si así lo desea, escribir un micro que contuviera una palabra de A, una palabra de C y un personaje de E; ponerse en contacto con los autores, crear los correspondientes enlaces, etcétera.
9. Quien ha participado en la
construcción del laberinto podría volver a participar posteriormente, si
así lo desea, con un nuevo relato con sus correspondientes enlaces.
Y así sucesivamente, podremos
construir un laberinto de microrrelatos a recorrer a través de las
puertas o ventanas que ejercen de enlaces.
¡Gracias por tomar el testigo, Yashira! Un abrazo
ResponderEliminarUn placer Susana, espero que haya más testigos, me ha parecido una idea genial. Besos.
EliminarHola Yashira, gracias por participar, y con un superhéroe en pijama, nada menos ;-)
ResponderEliminarJaja Odys, que no se diga, en los laberintos uno se encuentra de todo.
EliminarSaludos.
Qué lindo desafío! Has estado a la altura con un prota con resaca y así no se puede salir a correr y menos en pijama, jaaa Buenísimo, Yashira!
ResponderEliminarJajaja Sandra, me temo que ser superhéroe y beber no son muy compatibles, lo del pijama es distinto, mira supermán, con los calzonzillos sobre los pantalones...
EliminarMe ha gustado tu micro, Yashira. Te ha salido redondo, de veras.
ResponderEliminarUn abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Gracias Mos, sabes que para mí tu opinión es importante.
EliminarUn abrazo hasta tu orilla.
Me sorprendo llegando hoy, por primera vez, hasta tu casa, Yashira. En mi descargo sólo puedo pedir perdón por la demora y alegar que no acabo de entender como no llegué antes. Por suerte leí tu comentario a Susana de que segurías el laberinto y te encontré.
ResponderEliminarMe gusta este micro de superhéroe derrotado con la kryptonita que nos tumba a todos.
Me quedo asomado a tu ventana, con los amigos.
Volveré cada vez que vea la luz encendida.
Un abrazo.
Me alegra tu llegada Pedro y no tienes que alegar nada, cada uno llega cuando llega. Eres bienvenido y aquí siempre estará la puerta abierta para ti.
EliminarUn abrazo.