Me leen...

martes, 6 de noviembre de 2012

Tres estrellas






Una, dos, tres... Siempre contamos las mismas... Miremos desde donde miremos, están ahí, fijas, esperando que nuestros ojos se posen en ellas y  pidamos deseos: visitar a nuestras familias; comer si no es hora, según nos dicen; pero sobre todo ayuda cuando cualquiera de nosotras desaparezca en la noche. En nuestro cielo solo hay silencio y oscuridad. Pasos sigilosos que se acercan y una niña soñolienta tiene que levantarse. Temblamos con el temor pegado a los huesos. Los ojos cerrados y el miedo como único latido en nuestro corazón. Cuando el sol entre por las ventanas,  una nueva pequeña ocupará la cama vacía.

Sueño que cabalgo por las montañas respirando libertad, un roce me saca de ahí, tardo en comprender: esta noche me ha tocado a mí. El pánico lo impregna todo, creo que huelo a miedo, eso hace que tiemble con más fuerza. Una mano me empuja hacia la salida, suavemente pero con firmeza. No puedo mirar atrás, pero sé lo que piensan, lo que sienten y su hedor también me llega. Con un guiño, mis estrellas me invitan a escapar, pero solo sale un sollozo ahogado de mi pecho.  Pintadas, ¡están pintadas!…




10 comentarios:

  1. tienes una prosa maravillosa...
    saludos
    Carlos

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    1. Gracias Carlos Innombrable. Saludos y me alegra mucho tu visita.

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  2. Qué terrible descubrimiento final!!
    Me has engañado, me has sorprendido y me ha dado un poco de pena o miedo. Mi primera palabra tras leerte ha sido: JO (entre la protesta y el miedo)

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    1. Sí, lo cierto es que el relato desconcierta, pero se trataba de eso, de dejarlo abierto y sólo transmitir las emociones generadas por una vida en desconocimiento.

      Un beso Luisa y gracias por pasar.

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  3. Uff, he tenido que leer tres veces para tratar de averiguar que me estás contando. Al final interpreto que en algún orfanato o prisión de mujeres están entrando hombre que abusan y violan a las niñas. La imagen de las estrellas marinas me asocia a militares. En fin, Amparo, que me quedo a medias.

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    1. Bueno quizás no te has dado cuenta que no intento contar nada sobre un lugar concreto, eso queda a la imaginación del lector, lo que trato de mostrar son emociones, esas que has entendido perfectamente porque has pensado en un orfanato o prisión de mujeres pero creo que se acercaría más un orfanato al tratarse de niñas, y lo demás no lo cuento yo, lo pone tu imaginación, que de eso se trata. No te has quedado a medias Ximens, simplemente querías que te lo pusiera más fácil, pero no era la idea.
      Ah y mi nombre es Maribel, no Amparo, pero no pasa nada, un despiste lo tiene cualquiera.

      Saludos,

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  4. Hola, Yashira:

    Visitando a Guillermo encontré tu blog, seguiré pasando para disfrutar de tus escritos.

    Un abrazo.

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    1. Gracias Rafael, me alegra tu visita y espero que realmente disfrutes.

      Un abrazo.

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  5. Hola. Me gusta la forma en que escribes, dejando mucho espacio a la imaginación, sugiriendo distintas versiones de cada historia. Me quedo a leer, saludos.

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    1. Me alegra que te guste Hugo, creo que mucha gente no la entiende, les gustan las historias más cerradas, pero para mí la imaginación es tan libre que creo que cada cual puede ir añadiendo historia a la historia.

      Saludos.

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