Ese día en el Centro Comercial veía claramente, pero nada resultaba coherente. Andaba entre tiendas repletas de artículos que no miraba, lo que me llamaba la
atención eran ellos, los dependientes: cada uno era de un color diferente, pero
eso no tenía razón de ser; éste era rojo, aquel azul, y el verde a mi lado, impresionante.
Estaba ajena a todo pensando en sus colores y de repente miré mis pies ¡¡¡No!!!
Grité. Aun hoy no podría decir qué sucedió pero estaba volando, debajo de mí
todo permanecía como si nada pasara, nadie me miraba ni se preguntaba qué me
sucedía. ¡¡No me veían!! ¿Cómo iban a ayudarme? Lloraba y gritaba pidiendo
auxilio, pero ni una sola mirada se dirigió hacia arriba. Fijándome en los cubos
que había abajo vi algo extraño: no se movían, pero si me dejaba llevar sin
resistencia, me atraían. Al principio fue sorpresa y miedo, después pudo más la
curiosidad, de todos modos ya estaba todo perdido, en las condiciones en que me
encontraba cualquier cosa que cambiara podía ser un alivio. Dejé de resistirme,
permití caer despacito hacia el cubo azul que tenía más cercano. Sentí que mi
cuerpo se licuaba, y a través del cubo pasaba, la sensación me gustó. Fluyendo
a través de los objetos desperté. El
horror se apoderó de mí: Los ojos abiertos y la vida conocida había
desaparecido. Me dan vértigo las alturas, aunque no sabría decir desde cuándo.
Pero desde entonces vivo flotando, despierta o dormida.
Relatos que concursan, reflexiones, cuentos... Seguro que algo más se me irá ocurriendo.
Me leen...
sábado, 18 de agosto de 2012
martes, 14 de agosto de 2012
Esta noche te cuento (Azul... Marino)

Con este relato participo en el concurso de Esta noche te cuento.
En agosto: Azul... Marino.
Os dejo el enlace por si deseáis leerlo.
Azul nacarado
En agosto: Azul... Marino.
Os dejo el enlace por si deseáis leerlo.
Azul nacarado
domingo, 5 de agosto de 2012
El viaje más largo

Me pediste que posara para tu cuadro, necesitabas alguien que transmitiera
dulzura, decías. Sabía lo importante que era para ti, de él dependía tu futuro
en la Galería. Accedí gustosa y acudí día tras día al estudio dónde las horas
transcurrían lentas, muy lentas, y tus ojos posados en mí revelaban todo lo que
de ti no sabía.
Conforme pasaba el tiempo fui penetrando en tus pupilas, atravesando mares
luminosos dónde cada sensación era diferente a la anterior, conocí más en esos
días que en toda mi vida. Nunca hubiera podido imaginar lo que en ese viaje
aprendería.
Concentrado en tu obra tu cuerpo resplandecía, tus manos eran mariposas que
revoloteaban creando vida, me dijiste cosas que no comprendí, pero en mí
crearon la magia de vivirte (vivirme) como jamás sospecharía.
Olvidé mi cuerpo, su existencia, dejé de tener presencia física; sin darme
cuenta, no sé cómo ni cuándo, fue en el cuadro donde mi viaje terminó. Tus
palabras y el aleteo de tus manos no eran otra cosa que brujería.
![]() |
Imagen tomada de Internet |
Suscribirse a:
Entradas (Atom)